El relieve existente en los Montes de Toledo viene dado por una alterancia de sierras y depresiones (formadas por erosión diferencial) y que se disponen según la directriz NE-SO Y NNE-SSO .
Las primeras culminan en crestones fundamententales formados por ortocuarcitas. Las segundas son resultado de la prensencia de materiales metapelíticos (generalmente pizarras9, que son las rocas más fácilmente erosionables. Las vertienentes y fondos de estas depresiones suelen estar recubiertas por derrubios ( formaciones superficiales o depósitos recientes) entre las que destacan las formaciones de rañas ( planicies de piedemonte). Otro elemento paisajístico destacable en estos montes son las numerosas pedrizas (también llamadas casqueras o canchales), que se pueden observar por doquier en las ladras. Se tratga de grandes cúmulos de bloques angulosos de cuarcita formados por desprendimientos de roca como resultado de ciclos muy frecuentes de congelación y deshielo.Desde un punto de vista paleontológico, los Montes de Toledo cuentan con importantes yacimientos paleontológicos donde se pueden encontrar diversas especies de trilobites, graptolitos, crucianas, equinondermos primitivos.... A este respecto, son lde renombre internacional los diferentes yacimientos fosilíferos de esta zona, entre los que se pueden destacar los de Acebrón o Navas de Estena.
Los Montes de Toledo enlazan con las Meseta Cristalina definiento esta superficie su piedemonte. Se trata de una rampa rocsa que se extiendo unos 30km, desde las laderas de las sierras de San Pablo,, El Castañar, Los Yèbene y El Milagro, hasta llegar al río Tajo. Sus límites por el Este los marca el río Algodor y por el Oeste el río Torcón. Cabría destacar en estas sierras los picos Corral de Cantos (1421 m), Peñafiel (1416 m) y Amor (1380 m). La meseta presenta una alineació`n de cerros que separan netamente en los dos la planicie. Se alzan sobre ella unos 300 metros, de manera que son claramente visibles. Se distribuyen en una amplia franja de territorio desde el cerro de Noez (1034 m),el más occidental de todos ellos; el de Pulgar (891 m), Layos (1084 m),el más elevado de todos ellos. Este conjunto de cerror continúan en la Sierra de Nambroca con el cerro Maria (994 m) y el cerro Oliva (900 m). Por último, cierra la estructura el cerro de Almonacid (824 m) en el extremo oriental. Geológicamente la meseta está constituida principalmente por rocas migmatíticas (se trata de gneises que presentan un aspecto similiar a las rocas graníticas, aunque sus minerales se presentan orientados defieniendo bandas de tonos claros y oscuros).
Existe una red de drenaje densa constituida por un conjunto de cursos de agua entre los que destacan los ríos Algodor y Torcón. Además, el territorio está disectgado por un nutrido númro de arroyos estacionales. Este sistema fluvial se dispone principalmente en el sector septentrional de la altiplanicie. Casi todos los cauces presentan traza rectilínea, y direcciones sur-norte o noroeste, descendiento desde los Montes hasta el río Tajo. En el área meridional el nújmero de cursos fluviales es menor, por lo que la apreciación de la morfología de la Meseta Cristalina se hace más sencilla. El territorio cuenta además con embalses, como el de Finisterres, Torcòn I y Torcón II, Guajaraz y el del Arroyo de Valdecabras.