Los Montes de Toledo es una comarca donde se suma lo natural, cultural e histórica situada en el corazón de España. Una cordillera que vértebra todo el territorio y lo dota de un carácter único y vibrante, forjado a lo largo de los tiempos.
En las zonas abruptas el terreno ha condicionado su secular aislamiento y es causa, al fnal de que hoy los Montes de Toledo se nos presentan como un territorio donde la naturaleza se conserva en todo su esplendor y donde las manifestaciones humanas poseen la fuerza y el carácter de las cosas originales y autenticas.
La comarca de los Montes de Toledo toma el nombre de la cordillera como principal accidente geográfico y se extiende de norte a sur entre el Tajo y el Guadiana, cubriendo una gran extensión. De este a oeste, la comarca, queda delimitada por las comarcas de la Mancha y la Jara.
La cordillera de los Montes de Toledo se sitúa dentro de la Meseta Sur como un área de montaña, con relieve de tipo "apalachense", con ambiente climático relativamente fresco y húmedo y activa circulación de las aguas superfciales, con amplia conservación de la vegetación natural y con sobresaliente riqueza forística y faunística, son una formación montañosa, con fuertes desniveles e intrincadas serranías cubiertas de monte, constituyen una agrupación de relieves caracterizada por su robustez y densidad, se manifesta con especial vigor en sus sierras y macizos, ubicados en el área de la Sierra de San Pablo de los Montes y la Sierra del Castañar, y los macizos de Robledo de Montalbán, Corral de Cantos, Rocigalgo, las Guadalerzas, Chorrito, Pocito y Calderina.
La Sierra de San Pablo se desarrolla al oeste del puerto del Milagro y presenta una línea de cumbres fragmentada, sus culminaciones sobrepasan siempre los 1.200 m, alcanzando los 1.419 m. en el Peñafel, los 1.374 en el Cerrillón, los 1.361 m. en la Morra y los 1.328 m. en el risco Majadillas, situado este último sobre el collado Marches donde se puede situar la terminación occidental de esta alineación, la cual recibe su nombre del pueblo de San Pablo, enclavado en su ladera norte y que, con sus 908 m. de altura, es el núcleo de población más elevado de la Comarca de los Montes de Toledo.
La Sierra del Castañar en una cadena que se extiende con dirección este-oeste desde las cercanías de Mora de Toledo y los Yébenes hasta el puerto del Milagro, frente a Ventas con Peña Aguilera, dominando el sector oriental de la meseta cristalina de Toledo (donde se ubican Cuerva, Sonseca y Orgaz). En ella queda claramente defnida una línea de cumbres que va ganando altura hasta alcanzar su culminación el "Risco del Amor", de 1.371 m.
Al oeste del Collado Marches los relieves de los Montes aumentan de anchura y complejidad, constituyendo el macizo del Corral de Cantos, cuyo límite occidental se sitúa en los puertos del "Risco de las Paradas" (1.129 m.) y de Valleleor (918 m.), que comunican los valles del Cedena y del Estena. Por delante del cuerpo principal del macizo se sitúa una corta alineación, Sierra Galinda, a cuyos pies se encuentra la población de Navahermosa.
El sector más intrincado y vigoroso de los Montes de Toledo, se encuentra en el macizo de Rocigalgo, que con una anchura próxima a los 40 Km. se extiende desde los Navalmorales hasta muy cerca ya de los confnes de la provincia de Badajoz.
El Chorrito, situado frente al macizo del Corral de Cantos y a la sierra de San Pablo, es la menos elevada de las áreas montañosas de los Montes de Toledo, ya que en la mayor parte de su territorio no llega a los 1.000
m. de altura.
El macizo de las Guadalerzas, conjunto orográfco también de gran anchura y extensión que se levanta frente a la sierra del Castañar y termina en las cercanías de Consuegra, dominando los llanos de la Mancha.
Desde el punto de vista hidrográfco, el drenaje de las aguas es realizado en los Montes de Toledo por un sistema de cursos fuviales que tienen su cabecera y área de alimentación fundamental en los conjuntos montañosos de la propia área. Destacan el río Algodor, con unos 90 Km. de longitud, el Almonte, el Amarguillo, el río Torcón, el Pusa, el Cedena y el Guajaraz. Los embalses que pertenecen a la zona de los Montes de Toledo son el embalse del Torcón situado en la localidad de Navahermosa y el embalse de Guajaraz perteneciente a los municipios de Layos, Casasbuenas y Arges.
En cuanto a su cobertura vegetal fue originariamente un bosque mediterráneo de quercíneas que se mantuvo prácticamente intacto hasta el siglo XIV en que comenzó a intensifcarse el pastoreo, los cultivos cerealísticos y la obtención de carbón de brezo y encina destinado a las fundiciones y ferrerías.
La vegetación arbórea se conserva bastante bien en las laderas montañosas, estando formadas 'por encinas y alcornoques, en las solanas entre los 700 y 900 metros de altitud sobre suelos rojos silíceos, robles melojos y quejigos. Estos encinares, presentan un estrato arbustivo oloroso de tipo mediterráneo, constituido por jaras, tomillos, romero, cantueso, etc...
El elemento paisajístico más humanizado lo constituyen las dehesas o bosques de alcornoques y encinas aclarados y frutalizados sobre los que se desarrollan los característicos sistemas de cultivo cerealísticos y pastos.
Las condiciones medioambientales que aglutinan estos Montes favorecen el desarrollo de especies vegetales propias del bosque mediterráneo, otras de las muchas especies vegetales que se pueden apreciar en los Montes de Toledo son madroños, robles, rebollos, brezos, mirtos de Bravante, abedules etc.
Respecto a la fauna, la comarca de los Montes de Toledo destaca por las especies relacionadas con la caza, tanto la caza mayor como la caza menor, dentro de la primera destacan especies como el jabalí, el ciervo, el gamo, el corzo y el mufón; en la caza menor destacan especies como la perdiz, el conejo, la liebre, la paloma torcaz, los zorzales, etc...
Decir que la comarca de los Montes de Toledo es una de las más importantes reservas cinegéticas a nivel nacional.
Otros mamíferos que perviven en estos montes son las garduñas, turones, zorros, comadrejas, nutrias, meloncillos, gatos monteses, lince ibérico.
Los Montes de Toledo suponen un hábitat vital para importantes poblaciones de aves catalogadas en peligro de extinción entre las que sobresalen el águila imperial ibérica, el buitre negro, el águila real, el quebrantahuesos y la cigüeña negra.
La comarca de los Montes de Toledo es tan amplia que ofrece al turista múltiples e infnidad de rutas y actividades de ocio para disfrutar de esta tierra, tan bella y tan singular. El turista podrá recorrer bosques escondidos y secretos que atraviesan puntos de riquísima y muy variada biodiversidad.