El municipio de Polán se encuentra situado a 17 kilómetros de la capital, accediendo a él por la CM-401. Su territorio, eminentemente llano, se extiende sobre la margen izquierda del río Tajo, interrumpido solamente por algunas zonas de altura como La Jarosa y Bañuelos.
Su vegetación es variada, con extensas zonas pobladas de monte bajo, chaparros, retama y tomillo, y en cuanto a su fauna, abunda sobre todo el conejo, la perdiz, la paloma y la liebre.
Distintos hallazgos arqueológicos, como una estela romana, lo conectan con la época romana, y su proximidad a Toledo hace suponer que debió ser un lugar poblado por visigodos y árabes. Su topónimo "pola" hace referencia a "puebla", a una repoblación cristiana que se efectuó entre la reconquista de Toledo por Alfonso VI y la posterior ampliación de las fronteras del sur del Tajo hasta los Montes de Toledo, bajo el reinado de Alfonso VII, quien dividió el territorio en cuatro partes, una para Domingo Abumelec, y tres para el mozárabe Miguel Azaraf, quien repartió la mitad entre 46 pobladores que, mediante una cata puebla, fundaron Polán.
Como sitios de interés en el municipio encontramos los restos de un Castillo, del que se conserva parte de la fachada occidental y una torre a cada lado; edifcado con fábrica de mampostería, con mortero de cal y arena, guijarros y ladrillos. Debió construirse en el siglo XII para contener los ataques de los árabes, empeñados en recuperar la línea del Tajo.
La visita por el municipio continúa en la Iglesia Parroquial, dedicada a los patrones del municipio San Pedro y San Pablo, fue construida en el siglo XVIII, en tiempos del Cardenal Lorenzana. Sus estilos predominantes son el barroco y rococó. Como bien mueble, destaca en su interior una Piedad de Luis de Morales, de indudable valor artístico.
Se conserva también la Ermita de San Sebastián, templo situado en lo que fue la entrada del pueblo con el fin de proteger a la población de la peste. El interior es de planta rectangular, con una capilla poligonal a ambos lados. Posee un bello y simple artesonado de madera sin ningún tipo de decoración.
Existen también un número de viviendas de diferentes estilos constructivos. Destacar la Casa Bejerano del siglo XIX, conocida como Casa de las Columnas, con una portada del siglo XVII; la Casa Dorado, de los siglos XIX y XX, y la Casa de la Familia de Corcuera y Hernando, fechada en el siglo XVII, y que ofrece al exterior, un perfecto ejemplo de restauración.
La agricultura, como actividad principal, ha ido perdiendo importancia con el tiempo. La mayoría de las explotaciones que se mantienen, son pequeñas y en régimen de propiedad, dedicándose principalmente a los cereales, el olivo y la vid. La ganadería también ha ido perdiendo importancia con respecto al pasado, excepto en el caso del ganado porcino. Otros sectores económicos relevantes son la fabricación de muebles, el mazapán, el textil y la construcción.
Debido a la abundancia de la caza menor, son muy típicos los platos que se derivan de ella, como el "conejo en salsa" y las "perdices estofadas". También forma parte de la tradición gastronómica algunos platos, como las gachas, las puches y las migas. Mencionar los dulces elaborados por diversas empresas artesanas del municipio, de ellos tienen gran fama el mazapán y el turrón, las magdalenas y sus lenguas de obispo entre otros.
En el término municipal de Polán concretamente en la Finca el Borril, se encuentra el Aula de Naturaleza "El Borril" perteneciente a la Diputación de Toledo (concertar visitas: 925 59.07.96). Cuenta con diversos recursos educativos como son granja, huerto, acuario, senda ecológica, talleres ambientales, todo ello para dar a conocer el bosque mediterráneo y sus problemas de conservación, así como fomentar la refexión y participación frente a los problemas ambientales.