Se encuentra situado a unos 70 kilómetros al oeste de Toledo, llegando a él por la CM-401 dirección Navahermosa, enlazamos con la CM-4009 hasta San Martín de Montalbán, tomando en este punto la carretera de Villarejo, TO-7428-V.
Nos encontramos en un pequeño pueblo situado en la vega del río Cedena, en el margen izquierdo del río Tajo. El valle del río Cedena posee un conjunto de características que lo hacen excepcional: tierras agrícolas, una diversidad de ecosistemas naturales y paisajísticos (dehesas, riscales, encinares.), una historia rica en la industria molinera y un patrimonio arqueológico vinculado con el río.
La historia del pueblo se remonta muchos años atrás. Se han encontrado repartidos por el valle gran cantidad de industria lítica, piedras de cuarcita fabricadas por asentamientos del paleolítico. Saliendo de la prehistoria y ya en el neolítico se han encontrado algunas piezas musterienses, lo que nos da a entender que el comercio por estas tierras era algo común, y la gente que lo habitaba eran agricultores y pequeños ganaderos.
De épocas más modernas existen restos funerarios de los pueblos prerománicos, losas de granito de talla basta y sepulcros antropomórficos tallados en la roca.
Ya hacia el siglo III la romanización estaba bien asentada en el centro de la península y gracias a la orografía del valle, se construyo el Puente Romano a su paso por el río Cedena. De esas épocas heredamos el nombre de "villar", aunque la villa romana estaba formada en gran parte por una alquería romana.
Avanzando en el tiempo y ya en la Edad Media, Villarejo fue parte de los terrenos del Señor de Montalbán.
A partir del siglo XV y gracias a los recursos hidrológicos, se empezó a formar a lo largo del río la industria molinera, que daba salida a los grandes cultivos de cereales con sus labranzas que poco a poco se fueron construyendo.
En el siglo XVI y dado que la población ya empezaba a estar consolidada se construyó la Iglesia en Honor a la Virgen de la Paz.
Llegando ya a principios del siglo XX la industrialización de las tareas del campo con maquinaria agraria, supuso la despoblación de muchos pueblos y solo los más prósperos pudieron seguir creciendo.
Ya entrada la guerra, la miseria y el hambre se instaló y con ella llegó la destrucción de gran parte de la historia de Villarejo. Los años de la posguerra pasaron y muchas de las personas que se fueron a la capital en busca de un trabajo fueron regresando al pueblo.
Como hecho curioso, decir que en este pequeño pueblo residió por algún tiempo siendo niño Don Juan de Austria, hermano natural de Felipe II, vencedor de la Batalla de Lepanto, conocido por "Jeromín".
Pocos son los restos arquitectónicos que se encuentran en el municipio, pero si de gran valor histórico y constructivo.
Sobre el río Cedena se conservan dos Puentes, uno Romano, de dos arcos de medio punto, uno mayor que el otro, con fábrica de sillar en los arcos y de sillería el resto, y el otro el llamado Puente Campanero, realizado en mampostería y ladrillo, restaurado recientemente con ladrillo intentando reproducir los materiales constructivos que conservaba. Este puente podría ser medieval sobre restos romanos.
Próximo a este puente se conserva un Molino de Agua conocido con el nombre de Campanero, y datado en el siglo XVII. Actualmente se encuentra en muy mal estado de conservación quedando solamente en pie el cimbrado.
Del municipio hay que destacar la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Paz, construida en el siglo XVI, de la que hay que resaltar el artesonado de madera vista con tirantes a pares apoyados sobre canecillos que cubre la única nave y la torre, de estilo herreriano.